Un atril es un pedestal o soporte confeccionado para mantener una partitura en posición adecuada para su…

Arias fáciles y maravillosas para soprano
Las arias fáciles son casi entelequias. Las hay muy complicadas pero todas poseen cierto nivel de dificultad. Por definición, un aria es una pieza musical para solista con dos secciones, cuyo texto es de marcado carácter expresivo o emotivo, donde el peso lo lleva la melodía y las cualidades de la voz que la interpreta. Puede ser independiente o formar parte de una ópera o cualquier composición musical.
Contenidos
Clasificación de las arias por su estructura
Aria estrófica
Consta de una sola parte que se repite sucesivamente. En principio, puede parecer sencilla, pero depende de la ornamentación proporcionada por el autor y de la carga emocional que conlleve.
Encontramos en Monteverdi su precursor y en “Vi ricorda o boschi ombrosi” perteneciente a “La fábula de Orfeo” uno de sus ejemplos. Él representa la transición entre el Renacimiento y el Barroco, esto es, ese proceso que discurre entre la tradición madrigalista y polifónica del siglo XVI hasta la ópera o el drama lírico del siglo XVII.
Aria da capo
Consta de dos secciones pero en tres partes ya que el inicio se repite con el ornamento. Su estructura es A – B – A. La tercera parte es donde el cantante exhibe sus dotes y donde se manifiesta el ornamento.
Cronológicamente, supone la evolución de la estrófica y surge en el Barroco. Un ejemplo para soprano es Rejoice Greatly, aria perteneciente al “Messiah” de Händel. Este tipo de aria muestra su mayor complejidad en la tercera parte. Las otras dos pueden resultar fáciles según los casos.
Aria de dos secciones
En la segunda mitad del siglo XVIII, algunos autores consideran necesario acortar las arias y las reducen a dos partes: la primera más lenta y la segunda rápida. Dos ejemplos de ellas los encontramos en “Rigoletto” de Verdi y “Las bodas de Fígaro” de Mozart. La primera parte suele ser más accesible que la segunda.
Diez arias fáciles para soprano
- Quia respexit del “Magnificat” de Bach.
- Ombra mai fu de “Jerjes” de Händel.
- Lascia ch’io pianga de “Rinaldo” de Händel.
- Una volta c’era un re de “La Cenicienta” de Rossini.
- Caro nome de “Rigoletto” de Verdi.
- Marguerite de “Fausto” de Gounod.
- Non mi dir de “Don Giovanni” de Mozart.
- Canción a la luna de “Rusalka” de Dvorak.
- Aria de Francesca de “Francesca da Rimini” de Rachmaninov.
- Vocalise de Rachmaninov.
La aparente sencillez de esta selección de arias fáciles o de su interpretación no les resta dificultad. Hay, además, un elemento subjetivo por el que algunas voces se sienten cómodas ejecutando unas y no otras sin que la dificultad sea el factor determinante.
En cualquier caso, la exaltación de los sentimientos y emociones con la exhibición y lucimiento de la voz son sus características más notables. Mostrar ambas simultáneamente requiere mucha disciplina y técnica.