Si bien existen diferencias notables entre la responsabilidad civil obligatoria y voluntaria, ambos recursos están destinados a indemnizar a un tercero en caso de que nuestras actuaciones como conductores reviertan en un detrimento de sus derechos.
Vamos a ver con más detalle lo que diferencia las dos casuísticas.
¿Qué diferencias existen entre responsabilidad civil obligatoria y voluntaria?
El seguro básico cubre la RC Obligatoria, que como su nombre indica, es de carácter básico. Gracias a la contratación de este tipo de coberturas, los daños ocasionados en otro vehículo, los daños a otra persona, o a la propiedad de un tercero, están cubiertos hasta cierta cuantía.
Su implementación como recurso legal viene a garantizar que una persona afectada reciba su indemnización por las acciones de otro, sea cual sea la situación económica de éste.
Eso sí, aunque esta póliza cubre los daños principales de un siniestro, en ningún caso se ocupa de repercutir otros importes asociados al suceso.
Ejemplos de responsabilidad civil obligatoria
Por ejemplo, si tenemos un accidente con nuestro coche y como consecuencia del mismo la luna de un escaparate resulta dañada, el propietario del establecimiento podría reclamarnos los gastos directos derivados y el lucro cesante (la cantidad de dinero que el empresario, en este caso, no percibirá durante el período de cierre por reparaciones).
Tampoco cubrirá más allá de ciertos límites. Desde el año 2008 estos límites son, de manera resumida:
- Daños personales y corporales: la aseguradora no tendrá que desembolsar más de 70 millones, sea cual sea el número de víctimas.
- Daños a bienes: igualmente, sin importar el número de vehículos implicados, la compañía tiene un límite de 15 millones.
¿Y la responsabilidad civil voluntaria?
Por el contrario, la responsabilidad civil voluntaria tiene horquillas de cobertura más amplias (que no ilimitadas). Suele asegurar hasta los 50 millones, de modo que todos los daños ocasionados por el tomador puedan ser cubiertos de manera efectiva.
Asimismo, se pueden incluir otras cláusulas que pueden incluir coberturas por los daños producidos por un bien robado, como puede ser el propio coche del titular de la póliza.
Los daños no serán cubiertos
En cualquier caso, ya se trate de un seguro de responsabilidad civil voluntario u obligatorio, los daños propios y los que hayan sufrido nuestros familiares hasta un tercer grado de parentesco no serán cubiertos.
Sin embargo, existen otros seguros que sí que se hacen cargo de los desperfectos en el propio coche o los daños a la integridad física.
Ambos comparten el mismo objetivo
En suma, la responsabilidad civil obligatoria y voluntaria comparten el mismo objetivo, pero la envergadura de la cobertura es mayor en el caso de la RC voluntaria.
De este modo, más allá de la obligatoriedad, se encuentra la posibilidad de blindar nuestro desempeño como conductores ante cualquier circunstancia.