Te decidiste a contratar un seguro de vida o deceso ¡Enhorabuena! Esta es una decisión inteligente que te ahorrará a ti y tus familiares, muchas dificultades en el momento que más se requiera. Pero, atención, en tu póliza debes revisar algunas de las enfermedades que no cubren los seguros para estar bien informado al contratar el mismo.
En este repaso que hace Tu Correduría de Seguros daremos un vistazo a lo que se considera una enfermedad grave para un seguro. Conozcamos un poco más de esto y estemos preparados manejando todos los datos que necesitas tener al momento de contratar tus pólizas.
¿Qué se considera enfermedad grave para un seguro?
Contratar una póliza de seguros es un paso importante, no obstante, es vital tener presente que estas podrán variar según la compañía y el tipo de cobertura. Tengamos presentes que se deberá analizar todo en ellas, como sus características y tipo de cobertura, y, a la vez, si poseemos enfermedades preexistentes o consideradas graves antes de proceder a la contratación.
¿La razón de tener presente esto al pensar en una póliza? Que una enfermedad grave para un seguro, por su tipo de patología o su índice de curación, pueden ser indicativo para que nos acepten o no en la aseguradora. Puede pasar, que incluso, se rechace la misma.
Una enfermedad grave para un seguro, suele variar según la póliza y la compañía aseguradora. Sin embargo, dentro de estas se incluyen enfermedades críticas o graves que pueden activar beneficios específicos.
Estas enfermedades suelen ser potencialmente mortales o que tienen un impacto significativo en la calidad de vida de la persona asegurada.
¿Qué enfermedades son catalogadas como graves?
Repasemos ahora algunas de las condiciones o enfermedades que no cubren los seguros y que suelen ser tema de discusión. Tengamos presente que, hay algunas que no provocan sintomatología y que probablemente se desconocían antes de firma la póliza.
Incluso, hay casos en que se han superado ciertas enfermedades, pero, las aseguradoras prefieren no tomar el riesgo y por ello se pueden tomar como elemento para no conceder la póliza.
Veamos, entonces, lo que se considera una enfermedad grave para un seguro:
Condiciones de tipo cardiovascular
Entre estas tenemos padecimientos crónicos como hipertensión arterial, o la presencia de un aneurisma. Pero también las cardiopatías isquémicas, valvulopatías congénitas o adquiridas, miocardiopatías.
Igualmente, aquellas condiciones como las arritmias crónicas pueden ser tomadas como enfermedades que no cubren los seguros. Y, sumado a esto, todos aquellos candidatos o portadores de marcapasos o cardiodesfibriladores.
Padecimientos o problemas del aparato respiratorio
Tanto las enfermedades de tipo pulmonar crónicas, problemas de asma, presencia de fibroquístes, o fibrosis pulmonar pueden ser objeto de problemas al momento de contratar un seguro.
Otorrinolaringológicas
Dentro del tipo de enfermedades que no cubren los seguros pudieran encontrarse también las relacionadas con el vértigo, otitis, enfermedades de la laringe, sordera o malformaciones craneofaciales.
Enfermedades oncológicas o relacionadas con el cáncer
Pasemos ahora a cubrir estas enfermedades que un seguro puede no cubrir. Por una parte, los tumores, ya sean de tipo benignos no resueltos o aquellos considerados de cuidado que deban ser sometidos a tratamiento medicamentoso, quirúrgico o de tipo radiológico
Todo tipo de cáncer, más si se trata de uno en su estado avanzado.
Padecimientos oftalmológicos
Dos de las más posibles enfermedades que no cubren los seguros en este área son sufrir de un glaucoma o padecer retinitis.
Enfermedades de inmunodeficiencia
Otro de los problemas que puede traer la contratación de seguro son para enfermedades relacionadas al VIH.
Postransplantes
Los trasplantes también son objeto de revisión al momento de contratar una póliza. Entre estos encontramos los de tipo cardíacos, cardiopulmonares. Pero también los relacionados con una enfermedad grave para un seguro tipo renal, pulmonar, hepática o incluso de médula ósea.
Enfermedad grave para un seguro de tipo neurológicas
Esta comprende una amplia gama de situaciones como los de tipo cerebrovasculares, paraplejias, malformaciones, demencias, enfermedades neurológicas congénitas. Pero también se pueden considerar las dejadas por las secuelas neurológicas postraumáticas e incluso las contraídas durante el nacimiento.
Problemas de tipo osteoarticulares
En este sentido, una enfermedad grave para un seguro puede ser tanto las malformaciones congénitas o adquiridas, así como deformaciones congénitas. Esto incluso las enfermedades de columna.
Enfermedades hematológicas
Abarcamos, dentro de estas, cuatro específicas: anemias hemolíticas, hemofilias, leucemias y los linfomas.
Condiciones psiquiátricas
Dentro de las condiciones psiquiátricas, se abarcan situaciones relacionadas con cuadros depresivos, neurosis, psicosis, autismo y demencia. Pero, en adición a estos padecimientos relacionados con las adicciones de todo tipo, incluso las situaciones de trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia
Enfermedades de tipo digestivos
En este sentido incluimos una enfermedad grave para un seguro como la úlcera péptica o gástrica. Pero pueden incluso no ser cubiertos la cirrosis, pancreatitis, hepatitis crónicas e incluso enfermedades inflamatorias intestinales o biliares.
Padecimientos de tipo urinario
Todo lo relacionado con padecimientos del aparato urinario, así como los de insuficiencia renal que requieran de diálisis, pueden llegar a ser un obstáculo para contratar una póliza.
Sumado a esto, también pueden ser enfermedades que no cubren los seguros las siguientes:
- Diabetes
- Enfermedades genéticas
- Esclerosis múltiple
- Alzheimer
- Parkinson
- Sobrepeso
- Algunos síndromes como el de Tourette, Down o nefrótico. Por solo nombrar tres.
Siendo esto así, se hace necesario hablar claramente con la aseguradora para poder contratar un seguro que dé respuestas a tus interrogantes respecto a las enfermedades que no cubren los seguros.
Recomendaciones finales
Nuestro consejo es leer cuidadosamente los términos y condiciones de la póliza de seguro para comprender qué enfermedades específicas están cubiertas y bajo qué circunstancias se activan los beneficios. Además de observar, tanto las exclusiones como las limitaciones que pueden variar respecto a los tipos de pólizas.
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