La responsabilidad civil, en general, es la obligación de resarcir los daños provocados a un tercero por un incumplimiento.
Si este daño se deriva del incumplimiento de una ley, civil o penal, estarás ante lo que se denomina responsabilidad civil extracontractual, mientras que si dimana del incumplimiento de un contrato o acuerdo entre las partes estarás ante una responsabilidad civil contractual.
Ejemplos de responsabilidad civil
Cuando se firma un contrato de arras y señal sobre la compra de un inmueble las partes se obligan a formalizar dicha compra en un plazo y unas cantidades y condiciones de entrega determinadas.
En el caso de incumplimiento por alguna de las partes o de desistimiento se pactan determinadas indemnizaciones compensatorias que pueden conllevar la pérdida de las arras o incluso su duplo, si el desistimiento o incumplimiento es por parte del comprador, o la indemnización en dichas cantidades y devolución de las arras si es por parte del vendedor.
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En caso de no cumplirse voluntariamente
Estarías aquí ante un caso puro de responsabilidad civil contractual en el que los tribunales solo intervendrían en caso de que no se cumpliera voluntariamente la obligación de indemnización, para dirimir si ésta procede y no sobre las cuantías de la misma que ya están pactadas, obligando en sentencia a su cumplimiento.
En el caso de un centro hípico en el que das unas clases o alquilas un caballo, también existe un contrato, siquiera verbal o implícito, por el que el centro puede poner a tu disposición un caballo, su equipamiento e instalaciones, garantizando su perfecta adecuación al uso que se les va a dar y al estado, pero la práctica deportiva es asumida por ti con plena responsabilidad.
En este caso se pueden dar varios supuestos en caso de percance. Por ejemplo, puedes ir dando un paseo a caballo y este lanzar una coz dañando un coche, en cuyo caso, sin haber tú intervenido en la acción del caballo, el propietario del mismo tendrá una responsabilidad civil extracontractual frente al propietario del vehículo y se verá obligado a reparar los daños ocasionados.
Algunas diferencias en las responsabilidades
Pero puede ocurrir que tú te metas en un sembrado y arruines la cosecha, siendo tú el responsable de esos daños extracontractualmente.
También puedes tener un incidente en el que sufras daños, en cuyo caso se dirimirá si hay responsabilidad del centro, por un caballo inadecuado o un equipo defectuoso, o si no la hay y el percance solo se deriva de tu conducta o de un riesgo asumido, siendo en ambos casos contractual.
Es recomendable tener un seguro de responsabilidad civil
En todo caso, la cobertura de responsabilidad civil extracontractual suele dirimirse ante los tribunales, por lo que es conveniente contar, además de con seguros de responsabilidad civil, con seguros de defensa y reclamación de daños, o los seguros de responsabilidad de autónomos, que en los casos en que las responsabilidades están claras suelen suponer un acuerdo entre las compañías en evitación de costes mayores.