La responsabilidad civil contractual nace con el incumplimiento total o parcial de un contrato. Hay que tener en cuenta que nuestro código civil regula las fuentes de las obligaciones en su artículo 1089, siendo los contratos la segunda de éstas.
Hace poco, hablamos de la responsabilidad civil extracontractual, por si lo quieres echar un vistazo.
La responsabilidad civil contractual
El ordenamiento jurídico protege especialmente los contratos porque funcionan como el reflejo de un pacto, un compromiso. Por tanto, es necesario que el contenido del compromiso se haga valer, a fin de defender el tráfico económico y jurídico.
Así, el código civil determina que los contratos son fuente de obligación para más adelante dotar a estas obligaciones de cierta fuerza coercitiva.
Y es que cuando se incumple una obligación, el ordenamiento permite al acreedor “castigar” al deudor recobrando lo que es suyo.
La regulación legal
El artículo 1091 del Código Civil regula específicamente este tipo de responsabilidad. Su mandato es que los contratos se cumplan a tenor de los mismos. Pero frecuentemente ocurre que un contrato se incumple, sea total o parcialmente.
Por tanto, a tenor de este artículo, quien incumple total o parcialmente su obligación contractual es responsable de la misma. Es en estas situaciones en las que el deudor se convierte en responsable, como se deriva del artículo 1101 del Código Civil.
debe indemnizar daños y perjuicios quien contravenga al tenor literal del contrato o incurra en dolo, negligencia o morosidad.
Las consecuencias del incumplimiento
La indemnización que el deudor debe al acreedor al incumplir sus obligaciones incluye varios conceptos:
- Daño emergente. Se llama daño emergente a la lesión derivada directamente del incumplimiento contractual.
Por ejemplo, cuando un proveedor no entrega los suministros encargados por un restaurante arruinando su servicio, el hostelero podrá exigirle el pago de tales suministros.
- Lucro cesante. El lucro cesante es la cantidad de dinero que no ha podido ganarse a causa del incumplimiento.
En el ejemplo anterior, el hostelero podría exigir al proveedor que le pague tanto dinero como habría ganado de haber dispuesto de los suministros no entregados.
- Daños morales. Esta modalidad de indemnización es más difícil de exigir, pero puede hacerse. El daño moral se relaciona con una lesión en las expectativas o en el ánimo del acreedor. Estas lesiones se caracterizan por no ser patrimoniales.
En el ejemplo anterior, el hostelero podría exigir daños morales si el servicio que no pudo prestar por faltarle los suministros no entregados fuera la boda de su hija.
Seguros de responsabilidad civil: la forma de protegerse
En los casos en que el incumplimiento se deriva de fuerza mayor o se produce por culpa de la víctima no se despliega responsabilidad. Fuera de estas situaciones particulares, solo existen dos modos de no quedar sujeto a responsabilidad contractual.
- El primero, obviamente, es el cumplimiento de la obligación.
- Y el segundo es cuando se desplaza la responsabilidad contractual mediante la contratación de un seguro de responsabilidad civil.
Al contratar un seguro de responsabilidad, el asegurado evita que se le pueda declarar responsable civilmente por el incumplimiento del contrato o su cumplimiento parcial o defectuoso. Bueno, como en todos los seguros siempre hay que ver si el supuesto está afectado por alguna exclusión, franquicia, falta de inclusión de ciertas garantías,… para ello siempre es conveniente consultar a tu correduría de seguros.
Ejemplo de incumplimiento mediando un seguro de responsabilidad civil
En el ejemplo anterior del proveedor y el hostelero, se ha señalado el modo en que el hostelero podía exigir una indemnización por daño emergente, lucro cesante y, en su caso, daños morales. Sin embargo, si el proveedor hubiera contratado un seguro de responsabilidad civil, el hostelero tendría que exigir tales indemnizaciones al seguro.
Es decir, a cambio de pagar puntualmente su póliza y, en su caso, la franquicia, el proveedor desplazaría sobre el asegurador la responsabilidad. Por eso, contratar un seguro que cubra la responsabilidad civil puede ayudar a librarse del pago de cuantiosas indemnizaciones.
Si quieres informarte sobre más coberturas de seguros de responsabilidad civil, puedes leer el este artículo.