Las cuentas anuales de una comunidad de propietarios forman parte de los documentos más relevantes para conocer el estado financiero de un vecindario. Por consiguiente, tienen que ser tomadas muy en serio puesto que se trata de la carta de presentación más creíble respecto a la economía de una finca. A continuación, explicamos las claves de estos trámites tan enjundiosos.
¿En qué consisten las cuentas anuales de la comunidad de vecino?
En primer lugar, hemos de señalar que la aprobación de estas cuentas constituye una obligación. Como su propio nombre indica, tienen que ser acordadas en una reunión cada año. Es el artículo 14.2 de la Ley de Propiedad Horizontal el que establece la obligatoriedad de presentar este presupuesto anual.
No hay ningún afán de lucro en este trámite, pero sí de transparencia. Hemos de tener en cuenta que toda comunidad de vecinos requiere la realización de una serie de gestiones que garanticen el mantenimiento de la propiedad y los servicios de las zonas comunes de la finca.
Aparte de prever cómo se sustenta el día a día del edificio, es importante que exista la máxima información (con los límites que establece la nueva Ley Orgánica de Protección de Datos Personales) acerca de la economía comunitaria. En virtud del artículo 20.e) de la Ley de Propiedad Horizontal, es el administrador de la finca quien tiene la responsabilidad de facilitar los datos que cada uno de los vecinos pueda exigir.
¿Cómo se sustancian estas cuentas?
Las cuentas anuales de la comunidad de vecinos, al pertenecer a una entidad sin fines mercantiles, no están sometidas a las exigencias de tiempo y forma que afectan a las de las empresas. Por eso, basta con la presentación de un presupuesto simple, en el que los ingresos y gastos queden bien claros.
Datos que deben aparecer en las cuentas
En este sentido, hay cuatro tipos de datos que tienen que figurar en todas estas cuentas anuales. Nos referimos a las deudas de los vecinos, las facturas relativas a los proveedores, el saldo existente en el banco y las entradas y salidas de la cuenta bancaria que están a expensas de ser identificadas correctamente.
Las cuotas
Por consiguiente, este presupuesto resulta fundamental para determinar cómo se van a establecer, en función de su perímetro de ocupación de la finca y aprovechamiento de sus servicios, las cuotas que han de sostener el funcionamiento cotidiano de las zonas comunes. Estas cuotas se van a cobrar cada mes y suponen las principales vías de financiación de la comunidad de vecinos.
En definitiva, las cuentas anuales de la comunidad de propietarios son unos documentos que deben ser presentados con el máximo rigor, puesto que valen para asegurar el buen funcionamiento de la vida en común en un edificio. Consideramos interesante participar en su confección e informarse acerca de ellas.