El presupuesto ordinario anual de la comunidad de propietarios refleja los gastos que están previstos durante ese periodo de tiempo. Su aprobación ha de realizarse en una junta ordinaria. Además, en ella se ratificará el del año anterior. Una vez que se haga, consideraremos el 10 % del que correspondiera al año anterior como fondo de reserva de los propietarios en su conjunto.
La importancia del presupuesto ordinario anual de una comunidad de propietarios
El presupuesto ordinario anual de una comunidad de propietarios es fundamental, ya que es el que se destina a la mejora del edificio, por lo que influye en la calidad de vida de todos los vecinos. Los gastos de mantenimiento, el agua, el seguro de la comunidad, los arreglos del ascensor, la luz o la limpieza son solo algunos de los elementos que llegamos a cubrir con dicho presupuesto.
Los presupuestos anuales proceden de las cuotas de los propietarios, las cuales pueden, a su vez, modificarse en las juntas. No obstante, lo que sí es importante es que las cuentas en las que se reflejen los presupuestos de la comunidad estén disponibles para cualquier vecino y sean lo suficientemente claras. Además, en ellas deberán constar tanto todos los ingresos como todos los gastos.
¿Qué tipos de gastos cubre el presupuesto de la comunidad?
El presupuesto de la comunidad de propietarios cubrirá los gastos que se generen por el desarrollo de la vida diaria del edificio, ya sean de carácter ordinario o extraordinario. Por esta razón, nuestro fondo de reserva no podrá ser nunca inferior al 5 %.
Los gastos ordinarios
Suelen estar relacionados con el mantenimiento habitual del edificio, así como con las reparacionesde los servicios en común de los propietarios o de los elementos. Es decir, nuestros gastos de mantenimiento que se aprueban en el presupuesto anual de la comunidad. Algunos ejemplos que podrían incluirse en esta categoría son las fachadas, los ascensores, la limpieza, los arreglos en los tejados o, en caso de haberla, los de la piscina.
Los gastos extraordinarios
Por otro lado, los gastos extraordinarios son generalmente imprevisibles, pero casi siempre acaban ocurriendo en algún momento. Por tanto, son los que normalmente no formarían parte de la conservación de las zonas o elementos comunes, pero que debemos cubrir puntualmente para que la vida dentro del edificio siga su curso normal. Un ejemplo es que se incendie una zona común.
En definitiva, el presupuesto ordinario anual de la comunidad de propietarios resulta imprescindible para el normal desarrollo del día a día de la convivencia vecinal. Procede de las cuotas mensuales de los propietarios y, gracias a ellas, somos capaces de cubrir gastos básicos, derramas o imprevistos que, tarde o temprano, acabarán surgiendo.