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Qué hacer contra los ruidos en las comunidades

Nuestra casa debería ser un lugar donde poder relajarnos, un refugio en el que encontrar la paz y tranquilidad. Sin embargo, hay algo que puede perturbarlas hasta límites insospechados, sobre todo, si vivimos en grandes ciudades.

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Se trata de los ruidos en las comunidades.

¿Qué dice la ley ante los ruidos por vecinos?

Afortunadamente, existen diferentes tipos de leyes que se encargan de poner límites a los vecinos ruidosos e intentar mantener la paz dentro de la comunidad. Por una parte, tenemos la legislación europea, que establece un máximo de 55 decibelios, de día; y 45 de noche, a partir de los cuales se considera delito.

Problemas de un sonido muy alto

No has de olvidar que, a partir de 70 decibelios, el sonido es tipificado como contaminación acústica, ya que puede provocar dolor o sordera a los afectados, en los casos más extremos.

Además del volumen alto, Europa también permite denuncias en caso de ruidos constantes y molestos, aunque estos sean de baja intensidad, dado que también inciden en el nivel de vida de las personas.

Las Comunidades Autónomas también tienen sus normas adicionales para gestionar y proteger el derecho al descanso en las comunidades de vecinos y todas ellas quedan registradas dentro de la protección al medio ambiente, que puede regirse por decretos o leyes autonómicas.

Hablar con el vecino causante de los ruidos

Por ejemplo, ante una queja por ruido, el presidente puede hablar con el vecino molestoy pedirle que cesen esas actividades. Si este hace caso omiso, se puede acordar iniciar acciones legales, siguiendo la Ley de la Propiedad Horizontal, para obligar a la persona a que respete la convivencia.

Demanda de la comunidad

Sin duda, el de la demanda es el último camino para tratar de acabar con los ruidos en las comunidades y, siempre que se opte por él, será la comunidad, en su conjunto, la que inicie el trámite (no la persona que se queja). También será esta la que ejercite la acción de daños y perjuicios producidos y prive del derecho del uso del inmueble, en los casos más extremos.

Otro caso que puede ocurrir y resulta bastante habitual es que los ruidos provengan de fuera de la comunidad. En estos supuestos, se puede demandar por vía civil y las acciones las puede emprender el conjunto de vecinos o solo una parte de ellos.

Has de tener en cuenta que la vía civil permite demandar no solo a quienes superen los niveles máximos de ruido permitidos, sino también por aquellos sonidos que pueden evitarse (no siendo muy altos, pero sí molestos), simplemente, tomando ciertas precauciones.

En conclusión, los ruidos en comunidades pueden ser duramente sancionados, ya sean externos o causados por algún vecino. Al fin de cuentas, la libertad de cada uno finaliza cuando empiezan los derechos del otro.